BUSCAD MI ROSTRO


NUESTRA SEÑORA DE APARECIDA
Reina y Patrona de Brasil

PRIMERA LECTURA
Mi deseo y petición es que salves mi vida y la vida de mi pueblo

Lectura del Libro de Ester 5,1b-2; 7,2b-3

Ester se puso los vestidos de reina y fue hasta el patio interior de palacio, que daba al salón del trono.
Cuando el rey, que estaba sentado en el trono real, mirando hacia la entrada, vio a la reina Ester de pie en el patio, quedó embelesado y extendió hacia ella el cetro de oro que tenía en la mano. Ester se acercó y tocó el extremo del cetro.
Entonces el rey le dijo:

«Te daré lo que me pidas, reina Ester. Aunque sea la mitad de mi reino, te será concedido».
La reina Ester respondió:
«Majestad, si he hallado gracia a tus ojos y te place, mi deseo y petición es que salves mi vida y la vida de mi pueblo».


Salmo responsorial
Escucha, hija, mira: inclina el oído. Prendado está el rey de tu belleza.

Salmo 44

Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor.

La ciudad de Tiro viene con regalos,
los pueblos más ricos buscan tu favor.
Ya entra la princesa, bellísima,
vestida de perlas y brocado;

La llevan ante el rey, con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras:
las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.

SEGUNDA LECTURA
Una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies

Lectura del libro del Apocalipsis 12,1.5.13.15-16

Apareció una figura portentosa en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna por pedestal, coronada con doce estrellas.
Dió a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. Arrebataron al niño y lo llevaron junto al trono de Dios.
Y cuando vio el dragón que había sido precipitado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.
Y vomitó la serpiente de su boca, detrás de la mujer, agua como un río para hacer que el río la arrastrara. Y la tierra ayudó a la mujer, y abrió la tierra su boca y se tragó el río que había arrojado el dragón de su boca.


EVANGELIO
Su madre dice a los sirvientes: «Haced lo que él os diga»

+ Lectura del santo Evangelio según san Juan 2, 1-11

En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda. Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice:
«No tienen vino».
Jesús le dice:
«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora».
Su madre dice a los sirvientes:
«Haced lo que él os diga».
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Jesús les dice:
«Llenad las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dice:
«Sacad ahora y llevadlo al mayordomo».
Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dijo:
«Todo el mundo pone primero el vino bueno, y cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Después bajó a Cafarnaún con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días.





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